Con la aprobación de Benefit Corporation Law en el estado de Maryland (EEUU), se reconocía el derecho a la existencia de empresas que equiparan su misión social con el cometido de ganar dinero.
Joe Coen Gilbert, es cofundador de B.Lab, una organización sin ánimo de lucro que ha sido determinante en la elaboración del anteproyecto de esta ley que, ayuda a crear empresas que tengan una misión social y además ganen dinero, es decir, tienen las ventajas de ser una sociedad limitada pero con tres importantes diferencias, se permite equiparar su misión corporativa, transparencia y rendición de cuentas a ganar dinero.
Pero la labor de B.Lab no se limita a contribuir con sus proyectos en la legislación anteriormente citada, entre sus principales actividades está la B. Corporation, un sello de calidad que se otorga a las empresas que tienen en cuenta factores como la transparencia, trato a sus empleados, impacto sobre el medio ambiente y la comunidad. Un ejemplo, se encuentra en Freeland Insurance Company, una compañía que ofrece seguros médicos a precios asequibles a más de 25.000 trabajadores, valorando la sostenibilidad por encima de las ganancias. En 2010, tuvieron ingresos por encima de los 85 millones de dólares, demostrando que es posible ganar dinero y adherirse a una misión social.
La proliferación de este tipo de empresas ha ido acompañada de un nuevo tipo de inversor, el IMPACT INVESTORS, que están especializados en apoyar productos y servicios que no siguen la ruta tradicional. Para Álvaro Rodríguez, empresario mexicano que lleva invertidos mas de 35 millones de dólares, la mayor causa de la pobreza es “la falta de acceso que tienen los sectores más desfavorecidos a productos y servicios de calidad”. Sus inversiones han contribuido a abaratar radicalmente el acceso a telefonía móvil y telecomunicaciones, seguros médicos de bajo coste…etc.
B.Lab ha creado GIIRS, un sistema de puntuación que determina el valor social de una compañía. Permite contemplar el mix entre ingresos e impacto social, de esta manera el inversor tendrá más información a la hora de tomar una decisión.
Porter y Kramer, nos hablan de “Shared Value”, y consideran la responsabilidad social corporativa con algo anticuado e irrelevante. Proponen que las compañías empiecen a buscar el valor compartido en todo lo que hacen. “Hay que redefinir el significado de una compañía para no solo crear ganancias “per se” sino que tenga el valor compartido”. Un ejemplo son las SMART CITIES, programas informáticos creados por IBM para gestionar mejor las ciudades, estos convierten el problema social y medio ambiental en el centro de su misión sin dejar de ganar dinero.
Jay Coen Gilbert, se declara capitalista convencido, pero en un capitalismo curado de su pasado cegado por el cortoplacismo y los desmanes sociales y medioambientales. Reconoce y entiende que, si no ganas dinero, no puedes tener una misión. Sabe que compite, pero ya no compite para ser los mejores del mundo, compiten para ser los mejores para el mundo.