El pasado viernes, tuvimos en la Fundación, nuestra tan esperada “Cena de Voluntarios de Capacis”.
Lo cierto es que fue excepcional! Pero no me voy a centrar en los fantásticos quesos, vinos y música que compartimos…
Yo, que llevo poco tiempo en la Fundación, tenía muchas, muchas ganas de conoceros y poneros “cara”, porque a pesar de saber lo que hacéis en nuestros cursos y talleres, lo cierto es que, hasta que no conoces a una persona, no te das cuenta del enorme corazón que puede llegar a tener.
El trabajo de voluntario, es un trabajo que implica “horas”: horas de dedicación gratuita a los demás, horas que, en la mayoría de los casos le restas a tu descanso, familia, amigos o simplemente al gimnasio, y todo ello, sin recibir nada a cambio.
En la cena os conocí y me di cuenta que, además de personas generosas y excelentes profesionales, (qué suerte tiene Capacis de contar con vosotros!), estáis tan implicados en nuestra misión como nosotros mismos, conocéis a nuestros chicos y los queréis.
Por todo ello, no puedo, rectifico, no podemos, deciros nada más que ¡¡¡UN MILLÓN DE GRACIAS POR AYUDARNOS!!! y ¡¡¡ Mil gracias por ser Capacis!!! Sin vosotros no sería posible.
¿Para cuándo la siguiente? 😉
Post de Natalia Liñán